lunes, 18 de marzo de 2013

Doctrinas de la Hegemonía de Estados Unidos.


Doctrinas de la hegemonía de Estados Unidos.

La Doctrina Truman fue la primera expresión importante de   la política norteamericana de contención del comunismo durante la guerra fría. Se dio el 12 de marzo de 1947. El presidente norteamericano hiso una importante petición ante el congreso, solicito la cantidad de 400 millones de dólares. Este dinero estaría destinado para una ayuda económica y militar hacia Grecia y Turquía. Esta petición era una decidida respuesta hacia la advertencia de Gran Bretaña.

El país ingles advertía que ya no estaba en condiciones de continuar con el apoyo a la monarquía griega que estaba siendo conducida a una guerra civil contra los rebeldes comunistas liderados por Josip Tito. El presidente Truman sabía que la Unión Soviética usaría esta guerra para dominar Grecia y más adelante Europa, el Oriente Medio y Asia. Truman expuso que cada nación debía elegir entre dos formas de vida alternativas: “el régimen democrático o el terror comunista”.

El Congreso aprobó la legislación propuesta en Mayo de 1947. Su éxito fue absoluto en especial durante el episodio griego, además la ayuda que brindaba el dictador soviético Stalin era mucho menor y esto torno la balanza a favor de la vía democrática americana. Esta ayuda logro capturar la atención de Yugoslavia, así que en julio de 1949 cerró las fronteras a los rebeldes comunistas griegos con el objetivo de también conseguir ayuda económica americana.

La guerra tardo poco en finalizar pero las consecuencias fueron terribles dejaron a Grecia al borde de la ruina económica y social. Tiempo después Truman se dio cuenta de que su doctrina marco un momento crucial en la historia y permitió que Estados Unidos pudiera resistir a la agresión global del comunismo. 

Teoría Marxista.

En esta teoría se explica que el capitalismo produce una alienación o una enajenación en el trabajo que afecta al trabajador en los aspectos social y psicológico. Una alienación es la explotación del hombre por el hombre, es la pérdida de la autonomía y la libertad de una clase social a causa de la existencia de la propiedad privada de la producción.

Marx dice que el trabajador no trabaja para satisfacer sus necesidades ni para si mismo, cambia un salario para poder sobrevivir por el derecho de que el capitalista lo utilice como quiera. El capitalista crea entre los trabajadores una competencia para saber cual produce más en menos tiempo, destruyendo todo tipo de cooperación natural entre ellos y provocándoles un sentimiento de soledad.

Por último, en el sociedad capitalista se limita al trabajador de poder expresar sus capacidades o potencial humano, reduciéndolo al papel de una maquina inhumana.
Estructura económica o Infraestructura: Cuando cambia la infraestructura cambia el conjunto de la sociedad. La componen las fuerzas productivas (recursos naturales, medios técnicos y fuerza del trabajo) y las relaciones de producción (la relación que tienen las clases sociales). Superestructura: Conjunto de elementos de la vida social dependiente de la vida que se vive en sociedad, de los medio y las fuerzas productivas.

Entenderemos por “marxismo a la teoría científica que expresa los intereses históricos revolucionarios del proletariado como clase social. Su producción va a estar condicionada por la existencia de esta clase cuyos intereses históricos van a pasar por la supresión de toda forma de explotación. Será el punto de vista proletario, aún no fundado científicamente, de Carlos Marx y Federico Engels el que les permitirá producir esta teoría apoyándose, pero a la vez rompiendo con ellos, en los logros de la economía política clásica, la filosofía alemana y el socialismo francés. Si el liberalismo había removido las bases del mundo medieval que agonizó durante la «Edad Moderna», el nacimiento del marxismo va a sacudir hasta sus más profundas raíces el pensamiento del siglo XIX.

El liberalismo había cuestionado la legitimidad del poder basado en la voluntad de Dios, había proclamado la libertad de conciencia y había reconocido la libertad económica como «natural». Todo eso había escandalizado a los conservadores que seguían soñando con un mundo teocéntrico, estático y cerrado. Pero el mensaje marxista, para la Europa de su tiempo, es mucho más conmocionante aún, porque venía a decir que Dios era un invento de las clases dominantes para adormecer a los pobres, que era inevitable la inminente supresión de toda forma de propiedad privada y anunciaba el arribo de un paraíso terrenal, sin dios, sin familia ni propiedad, donde todo, incluso las mujeres y los hijos sería propiedad de todos, hasta llegar a suprimir al mismo Estado. Para colmo, estas ideas no eran fruto de una mente afiebrada sino el enjundioso trabajo de un economista serio, estudioso y extremadamente detallista en sus razonamientos. 

En general, la mayoría de las personas creen que el marxismo consiste en suprimir la propiedad privada y entregar el manejo de la economía al Estado. Esta es una simplificación extrema del pensamiento de Marx, que es sumamente elaborado y complejo. Lo primero que sorprende al que acomete la ardua tarea de leer las obras de Marx, en especial los tres voluminosos tomos de «El Capital » es que Marx casi no habla ni de socialismo, ni de comunismo, sino que se refiere exclusivamente a la crítica del sistema capitalista. 

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